Taller Laureles

 

Han pasado muchas cosas desde la última vez que hice clases en forma presencial.  Desde el estallido social, dos años de pandemia y la transformación total de mi taller/cocina en bodega por el cierre de oficina de mi marido.  

Hoy sin embargo, me siento feliz de recuperar en parte mi vida de antes y me entusiasma más aún retomar las clases.  

 Aunque lo virtual ayudó y seguirá aportando lo suyo, jamás podrá reemplazar lo experimentado en una cocina.  Los olores, buenas conversas, risas y sabores son el plato fuerte de los encuentros en Taller Laureles.

¿Y qué es para mí mi taller?

Pues mi segundo hogar. Donde paso horas experimentando, desarrollando recetas, elaborando preparaciones para mi tienda.  Es el lugar perfecto donde nacen miles de ideas y proyectos que me llenan el alma

 

 

 

PRONTO